Hoy hablaremos de otro trastorno curioso: la Agorafobia.
Agorafobia se define como temor a aquellas situaciones en las que el individuo percibe que pueda ser difícil escapar, o en las que considera imposible conseguir ayuda en caso de sufrir un ataque de pánico.
Como consecuencia, la persona que padece este trastorno tiende a evitar dichas situaciones o las aguanta con un gran malestar.
En contra de lo que mucha gente piensa, la persona agorafóbica no tiene que estar necesariamente en un sitio público para experimentar los síntomas. De hecho, la aparición de síntomas depende fundamentalmente de la percepción que cada uno tiene del miedo o de la angustia y eso abarca diversas situaciones como el miedo estar solo en casa o el miedo a perder el control en un restaurante.
Generalmente la situación desencadenante es aquella en la que ya se ha producido una crisis de ansiedad.
Generalmente la situación desencadenante es aquella en la que ya se ha producido una crisis de ansiedad.
La agorafobia es más prevalente en gente joven y aparece con más frecuencia en mujeres. Suele comenzar con ataques de ansiedad que van aumentando su intensidad progresivamente. No hay manera de prevenir su aparición pero se sabe que el estrés intenso, fumar marihuana o el temor a experimentar ansiedad son factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar la enfermedad.
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