La tricotilomanía es la pérdida de cabello por las ganas de retorcerlo hasta que se desprende. Los pacientes son incapaces de detener este comportamiento, incluso aunque su cabello se vuelva más delgado.
Es un tipo de trastorno de control impulsivo, cuyas causas no se comprenden con claridad. Esta enfermedad es más habitual en mujeres que en hombres.
Para el análisis de esta enfermedad el médico examinará la piel del paciente, cabello y cuero cabelludo. En ocasiones también se realiza una biopsia para analizar el tejido del cabello, para localizar posibles infecciones que expliquen la pérdida.

Un problema potencial es que las personas pueden llegar al comerse el cabello que se arrancan, que puede provocar obstrucción del intestino o llevar a desnutrición. Este último es debido a que las personas creen que se sacian al comer su propio cabello.
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